La Escuela de Verano SAFA-LOYOLA es un proyecto que surge para dar respuesta a la necesidad de formación y reciclaje de los y las docentes en activo de la Fundación SAFA y Fundación Loyola. La finalidad principal de este encuentro es actualizar y mejorar las competencias profesionales docentes, entendidas dentro de un proceso continuo de aprendizaje y de desarrollo profesional que engloba distintas dimensiones vinculadas a la educación y su interacción con una sociedad en permanente transformación.

En esta edición, la Escuela de Verano pone su foco estratégico en actualizar y fortalecer el compromiso por la justicia que brota de la fe. Los centros de ambas fundaciones deben aspirar a educar en una dimensión global haciendo del mundo la casa de todos y todas, siguiendo el ejemplo de la propia experiencia de San Ignacio y sus primeros compañeros. Durante estos 500 años, la educación jesuita nunca ha abandonado la pretensión de formar personas capaces de trabajar en todo tipo de fronteras con el ánimo de diluirlas, tender puentes, así como evitar separaciones y discriminaciones. La diversidad se manifiesta como riqueza y presencia de Dios, identificando el papel de los creyentes con la colaboración de la acción de Dios en esa diversidad. La meta buscada es garantizar los derechos humanos en un mundo globalizado, con una desigualdad creciente. Es por ello, que la formación del profesorado de todas las etapas educativas en la diversidad e inclusión es crucial para garantizar que nuestro alumnado reciba una educación de calidad y se sienta valorado y respetado en su entorno escolar y social. Los principales objetivos que se persiguen son:

1. Difundir y compartir conocimientos, experiencias, iniciativas, investigaciones y buenas prácticas que fomenten la educación diversa.
2. Sensibilizar a los y las docentes sobre la diversidad proporcionando información y recursos para comprender esta diversidad en todas sus formas, incluyendo diferencias culturales, de género, sexuales, religiosas y la atención a las necesidades educativas especiales.
3. Proporcionar oportunidades para reflexionar sobre los prejuicios y estereotipos, y promover actitudes de respeto, empatía y aceptación hacia la diversidad en el aula y en la comunidad escolar. 

Durante los meses de marzo y abril el profesorado de infantil de la Fundación ha participado en las jornadas de psicomotricidad que se han llevado a cabo en los centros de Patronato Vereda (Sevilla), Jerez (Cádiz) y Alcalá la Real (Jaén). Esta acción formativa está enmarcada dentro del Itinerario Formativo para dicho profesorado.

La psicomotricidad propone un modelo diferente de acercarse al niño desde el respeto a sus necesidades, su manera de ser y de expresarse. Y es por ello por lo que el objetivo primordial que perseguimos es formar a nuestro profesorado para tratar de comprender, sin juzgar, qué nos dicen y cuentan nuestros niños y niñas cuando se mueven, juegan y representan.

La metodología propuesta parte de una enseñanza de profundo respeto al desarrollo natural del ser humano. Enseñamos motivando. Aprendemos sin forzar, sin premio ni castigo, cantando, explorando, jugando, bailando… La creatividad de cada docente potenciará la adaptación de los diferentes juegos a su aula, otros podrán realizarse tal cual los presentamos en la formación. Es importante que recordemos que este tipo de prácticas deben acompañarse de una auto exploración continua de la persona adulta que guía al grupo. 

Estas jornadas han estado a cargo de Isa Carrión, cuya formación está relacionada con el teatro, la danza, la expresión corporal, el teatro gestual y la psicomotricidad. Su conocimiento en disciplinas psicofísicas es amplia y en uno de sus viajes a la India descubre el yoga y su relación con el teatro y el interior del ser humano, literalmente se enamora de esta disciplina. En los últimos años ha trabajado dando formaciones en CEPs e imparte clases para niños y niñas, así como a adultos en áreas relacionadas con la psicomotricidad y la expresión corporal.

"Tenemos que plantear nuestra identidad no solo convencidos, sino de una forma convincente", asegura Álvaro Lobo, sj, Delegado de la Subcomisión de Pastoral Juvenil y Colegial de la Provincia de España de la Compañía de Jesús y coordinador de Pastoral SJ.

La Semana Ignaciana marca un momento clave en el calendario escolar, donde nos detenemos de manera consciente para reflexionar sobre quiénes somos, volviendo cada año a las raíces de nuestra existencia: la fundación de la Compañía de Jesús, el legado de San Ignacio de Loyola y sus enseñanzas para transformar el mundo.

Este evento, denominado SEMANA IGNACIANA, es una oportunidad durante el curso para difundir la misión de la Compañía, que la última Congregación General describió como "un fuego que enciende otros fuegos". Los 68 colegios de la red EDUCSI en toda España han celebrado la Semana Ignaciana durante años, desarrollando una variedad de prácticas y objetivos.

La Semana Ignaciana revela la esencia de la Compañía de Jesús, su presencia a través de diversos apostolados. Se destacan los principales santos y figuras que han marcado la historia de la Compañía, así como su espiritualidad, el corazón de su vida e instituciones que llevan su nombre.

De manera preferente, la Semana Ignaciana muestra cómo la misión de la Compañía se manifiesta en cada centro, barrio o ciudad que la celebra. Junto con los grandes santos y relatos compartidos por la Compañía Universal, cada centro da a conocer las vidas y las historias que conforman su identidad particular.

A la luz de este conocimiento sobre la Compañía y su misión, la Semana Ignaciana pretende inspirar a cada miembro de la comunidad educativa, de alguna manera, a transformar su vida y su entorno conforme al Evangelio. Siguiendo la tradición de los Ejercicios Espirituales, la Semana propone una dinámica que impulse a la toma de decisiones y a la acción concreta en busca de la transformación del mundo según el Reino de Dios.

En la propuesta de este año, se abordan tres temas clave: la presentación de la Compañía de Jesús, su influencia en el entorno cercano y la capacidad de transformación personal.

La Semana Ignaciana no se limita a actividades pastorales, sino que implica a todas las dimensiones identitarias del centro, favoreciendo la interdisciplinariedad. Va más allá de las clases diarias, incluyendo juegos, actividades deportivas y culturales, convivencias, charlas, debates, documentales, lecturas y encuentros, entre otros, y empleando diferentes tipos de lenguajes: simbólico, narrativo, testimonial, etc.

Este año, la Semana Ignaciana se celebró del 11 al 15 de marzo, y Línea de Fuerzas preparó una amplia variedad de actividades para todos los cursos de las diferentes etapas educativas: Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos. Además de las actividades principales, se proporcionaron materiales generales y una tabla de objetivos para cada actividad.

Entre las actividades principales se incluyeron oraciones matutinas, convivencias, manualidades, tutorías, líneas del tiempo, pausas ignacianas, Kahoots, testimonios jesuitas, concursos fotográficos, concursos de escritura creativa y aulas conectadas en línea.

En resumen, la Semana Ignaciana busca inspirar a cada miembro de la comunidad educativa a transformar su vida y su entorno según el Evangelio. Fiel a las palabras de San Ignacio de Loyola, propone una dinámica que impulse a la toma de decisiones y a la acción concreta en busca de la transformación del mundo.