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70% del alumnado ha tenido una inserción laboral inmediata curso placas fotovoltaicas Sevilla

PROYECTO DE MODERNIZACIÓN Y GESTIÓN SOSTENIBLE TEATRO - SAFA ÚBEDA

En el mes de enero se han entregado los diplomas acreditativos sobre formación de instalaciones y mantenimiento fotovoltaico basada en el certificado de profesionalidad ENA0108. El desarrollo de esta acción formativa ha tenido lugar en el centro educativo SAFA Blanca Paloma de Sevilla Como dato significativo cabe resaltar que tras la realización de la acción formativa, el 70% del alumnado ha tenido una inserción laboral inmediata. De forma complementaria han obtenido otra certificación sobre Prevención y Riesgos laborales.

La formación ha sido desarrollada por la Fundación SaFa en colaboración con Confer, Banco Santander, Secot, Elmya, Fundación Laboral de la Construcción y SPM.

¡¡En las próximas fechas sacaremos otra convocatoria!!!

El fomento del emprendimiento en la escuela

PROYECTO DE MODERNIZACIÓN Y GESTIÓN SOSTENIBLE TEATRO - SAFA ÚBEDA

La imaginación ha sido muy penalizada en el sistema educativo, dificultando así la posibilidad de pensar en que la realidad puede ser transformada

Las tecnologías disruptivas permiten augurar un futuro de grandes cambios y también de grandes posibilidades para el emprendimiento. Esas oportunidades son especialmente prometedoras, y prioritarias, para los entornos rurales, donde la sociedad digital representa un contexto muy favorable en el desarrollo de nuevos proyectos empresariales. En SAFA estamos convencidos de ello. Por eso, tratamos de fomentar las vocaciones emprendedoras en nuestros cerca de treinta centros educativos repartidos entre las ocho provincias de Andalucía. Estas son algunas claves que manejamos para ese objetivo.

Desde pequeños. Hace más de dos décadas que algunos de nuestros centros empezaron con los programas de emprendimiento en Bachillerato y FP. Sin embargo, la experiencia inicial no fue del todo satisfactoria. Nos dimos cuenta de que hay que empezar mucho antes: desde Secundaria, e incluso desde Primaria, aun cuando los proyectos en los que piensen los niños sean sueños irrealizables. No pasa nada. Lo importante es que adquieran la capacidad de pensar en problemas y cómo podrían solucionarse. Tradicionalmente, la imaginación ha sido muy penalizada en el sistema educativo, dificultando así la posibilidad de pensar en que la realidad puede ser transformada. Se hace necesario fomentar el pensamiento creativo y la fantasía para ello. Y en nuestros centros lo intentamos hacer desde edades muy tempranas, aunque los proyectos resultantes sean "camas atrapapesadillas" o "zapatillas deportivas para que los abuelos puedan correr". Acostumbrados a pensar imaginativamente, cuando el niño madura, esas fantasías imposibles se convierten en brillantes ideas empresariales. Los proyectos de emprendimiento premiados a nuestros alumnos de ESO o FP no serían posibles sin los maravillosos sueños que nacen siendo más pequeños.

Implicar a los padres. Además de ser un enfoque transversal asumido por todo el claustro, es muy importante comprometer a los padres, de forma que compartan con sus hijos el entusiasmo por sus proyectos de emprendimiento. Es preciso que los padres reconozcan a sus hijos la dedicación de tiempo en actividades extraescolares. Ese tiempo es un tiempo tan óptimamente empleado como el dedicado a preparar un examen. Nuestra experiencia demuestra, además, que los esfuerzos en uno no van en detrimento del otro sino todo lo contrario: el alumno que se motiva para emprender mejora sus resultados académicos.

Huella social. Lo mejor de interesar a niños y jóvenes por el emprendimiento es que siempre llega de la mano de proyectos con una gran huella social. Lo que motiva a la inmensa mayoría de los jóvenes no es ganar dinero. Para desmentir los tópicos que habitualmente se asocian a la figura del empresario (la caricatura del hombre o mujer de negocios solo interesado por el dinero), no hay nada más instructivo que ver a los jóvenes pensar de forma emprendedora. El último proyecto premiado a nuestras alumnas de 2º de Bachillerato de Écija plantea el uso de drones para ayudar a la agricultura en época de sequía. Y así son todas o casi todas las ideas que nuestros alumnos nos presentan. Proyectos sostenibles para avanzar en la descarbonización, proyectos para la inclusión digital de las personas mayores… proyectos, en suma, con una clara vocación de servicio.

Visibilidad. Aunque el emprendimiento, como el saber, se acaba convirtiendo con el tiempo en un premio en sí mismo, en estas edades resulta muy interesante que los alumnos vean que su esfuerzo tiene un reconocimiento externo. Por eso, entre otras cosas, estimulamos a que nuestros estudiantes se presenten a premios. Igualmente, tratamos de vincular este fomento de la cultura emprendedora con las iniciativas que instituciones públicas y privadas promueven en esta dirección. La posibilidad de participar en programas con alumnos de otros centros, la percepción de que emprender tiene reconocimiento social, y de que las más altas instituciones del Estado se interesan por esta iniciativa, es un estímulo incomparable.

Colaboración con empresas. El acceso a las empresas y a los empresarios y directivos del entorno resulta, asimismo, enormemente estimulante para los alumnos. Darles la oportunidad de que escuchen a empresarios que fueron estudiantes como ellos, quizás de su mismo colegio, y que un día tuvieron una idea de negocio y decidieron ponerla en marcha, es concederles la oportunidad de abrir su mente y es clave en nuestros centros.

ENRIQUE GÓMEZ-PUIG

Director general SAFA
Vía Diario de Jerez

La escuela concertada donde la diversidad es la norma

PROYECTO DE MODERNIZACIÓN Y GESTIÓN SOSTENIBLE TEATRO - SAFA ÚBEDA

Alumnos de una docena de nacionalidades participan de un innovador modelo de educación inclusiva en Linares

“Hablar de inclusión no es hablar de diferencias, puesto que estas no son percibidas ni por alumnos ni por profesores, todos somos iguales y desde esa igualdad nos relacionamos en esta escuela”. Inmaculada López, profesora de Economía, ejerce ahora como cicerone ante el alumnado de la escuela concertada Sagrada Familia (Safa) de Linares (Jaén). Lo hace como miembro de la asociación de antiguos alumnos aplicando su experiencia entre los 1.250 estudiantes de diferentes niveles educativos (desde los tres años hasta Bachillerato y Formación Profesional) que contabiliza este centro, precursor de un innovador modelo de escuela inclusiva basado en el Diseño Universal del Aprendizaje (DUA).

“Lo que queremos es formar a los alumnos para que sepan enfrentarse a la vida cuando salgan de aquí”. El que habla es Carlos Ramírez Urrea, que atiende a sus alumnos de Infantil casi de una manera personalizada. Lo hace acompañado de otra profesora de Pedagogía Terapéutica. Ambos comparten un aula de necesidades específicas de apoyo educativo con chicos y chicas procedentes de una docena de países. Como Yuchen, una alumna china, y Doae, magrebí, que comparten una clase de Tecnología, una materia que en este centro tiene un valor capital: “Utilizamos las tecnologías para que puedan acceder, analizar y sintetizar información de todo tipo para después evaluarla con capacidad crítica y transformarla en nuevo conocimiento. Trabajamos con tareas competenciales que permiten el desarrollo cognitivo completo y conectamos el currículo con la vida”, subraya la psicóloga Ana María Gómez. “Hace 20 años”, señala la directora de la Safa de Linares, Lola Saiz, “ya teníamos al segundo profesor en el aula, pero entonces se hablaba de integración y ahora nuestro reto es la inclusión”. En el centro son habituales metodologías como la docencia compartida, el aprendizaje cooperativo, las inteligencias múltiples o el aprendizaje basado en proyectos. “Nos apoyamos en la idea de que la diversidad del ser humano, ya sea en la sociedad o en la escuela, es la norma y no la excepción”, sintetiza Saiz.

Tampoco el idioma nativo supone ninguna barrera. Para ello aplican buenas prácticas y dinámicas positivas de integración del alumnado, principalmente marroquíes, paquistaníes, chinos o nigerianos y un buen número de ucranios llegados el último año, sin ningún conocimiento de español. Una integración que consiguen a base de afecto y cariño, pues son muchos los casos de éxito que han pasado de esconderse bajo el síndrome de la capucha a superar los estudios.

safa linares

El acercamiento a una educación inclusiva ha obligado a este centro privado concertado a una profunda transformación en su diseño curricular, metodologías y sistemas de enseñanza, además de adaptar las infraestructuras y estructuras organizativas a la diversidad de la población escolar. Su plantilla la forma más de un centenar de trabajadores, entre profesorado y personal de administración y servicios. Pero la columna vertebral es su equipo de orientación, integrado por cinco profesores de pedagogía terapéutica, tres psicólogos y un gabinete de logopedia. “No solo atendemos a alumnos que presentan dificultades de aprendizaje mayores, también trabajamos la detección temprana del alumnado con altas capacidades”, indica la orientadora Débora Jiménez.

Promover el desarrollo del talento es otra de las notas que distinguen a esta escuela linarense. Desde 2015 se lleva a cabo el programa de desarrollo Escuela de Talento para la formación y el acompañamiento de escolares con sobredotación intelectual con el objetivo final de la búsqueda de la excelencia. Una de ellas es Lucía Soriano, una antigua alumna que estudia en Sevilla el grado de Estudios en Asia oriental y que actualmente está en Taiwán como parte de esa formación. En su caso, la Safa elaboró un proyecto adaptado a sus capacidades y buscando la excelencia. Soriano ha publicado ya su primer libro, La trascendencia de lo efímero, donde pone en relieve las semejanzas culturales entre oriente y occidente.

Noemí Oset, que cursa primer curso de la ESO, es otra de esas alumnas que no pasan desapercibidas y que, con apenas 12 años, ya se ha atrevido a hacer sus pinitos en la investigación con un proyecto sobre el reciclaje. “Reciclar sirve, sobre todo, para concienciar sobre la necesidad de cambiar el mundo”, apunta esta alumna con vocación de veterinaria mientras comparte la hora del recreo con otros compañeros de diferentes nacionalidades. “Es lo que más me gusta de esta escuela, la integración de varias culturas”.

La Safa lleva instalada en Linares desde hace más de 70 años, por lo que ha sido testigo de las diferentes crisis que han asolado a esta ciudad, desde el cierre de las minas de plomo al ocaso de la industria automovilística tras el portazo de Santana Motor. Linares está a la cabeza en la tasa de paro de entre las ciudades mayores de 50.000 habitantes del país. Pero especialmente doloroso es el desempleo juvenil, que escaló el año pasado por encima del 50%. Conscientes de esa situación, los ciclos formativos que se ofrecen en este centro tienen que ver con la identidad industrial y comercial, hoy venida a menos, que ha acompañado a Linares en el último siglo. “Aquí entendemos que las dificultades de aprendizaje no siempre son imputables a la falta de estudio, sino a determinadas situaciones personales. Cada persona posee una destreza y el éxito es ofrecer la posibilidad de aportarla al grupo, Safa se enriquece con las diferencias”, concluye la directora.

Y uno de los antiguos alumnos que mejor simboliza el éxito de este proyecto de escuela inclusiva es Faheen Zia, un paquistaní de 36 años que llegó a Linares con su familia con apenas 13 años y sin hablar ni una sola palabra de español. “Estudiar en la Safa de Linares ha sido lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, tuve la ayuda inestimable de profesores y compañeros que me ayudaron a ser hoy lo que soy”, explica Zia desde Barcelona, donde trabaja como abogado especializado en la numerosa comunidad paquistaní que reside en Cataluña. Y es que, como explica López, “esta escuela nació de una actuación de emprendimiento social que sigue dando sus frutos, con la misión de detectar, incluir y atender las necesidades de todos los que pasan por su puerta”.

Proyecto de modernización y gestión sostenible teatro - SAFA Úbeda

PROYECTO DE MODERNIZACIÓN Y GESTIÓN SOSTENIBLE TEATRO - SAFA ÚBEDA
Durante este primer trimestre la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico - Agencia Andaluza de instituciones culturales aprobó la subvención del proyecto presentado por el centro de SAFA - Úbeda cuyo objetivo era la modernización y gestión sostenible de su teatro.
Entre los objetivos que se pretenden conseguir cpodríamos destacar los siguientes:
  • Transición hacia una economía circular para aprovechar al máximo determinados equipos y materiales que se retiran y alargar su ciclo de vida, se propone su reutilización en aulas del centro y otros centros educativos de la Fundación, dándoles una segunda vida útil.
  • Prevención y control de la contaminación. Los aparatos y material eléctrico y electrónico que no sean aprovechables directamente en centros de la Fundación serán retirados por el proveedor  contratado que procederá a su reciclaje con la empresa RECILEC, especializada en el tratamiento de residuos eléctricos y electrónicos respetando todas las normas de medio ambiente.
  • La adquisición del nuevo equipamiento será más eficiente energéticamente, buscando el menor consumo de energía y gasto de baterías, teniendo en cuenta la clasificación energética A+++, A++ o A+.
  • Mejora de la calidad de las programaciones teatrales y musicales en la localidad de Úbeda.

           Las acciones que se contemplan en el desarrollo y consecución de la modernización del teatro se clasifican en los siguientes aspectos:

  • Modernización del sistema de audio y comunicación.
  • Modernización de los sitemas de iluminación digitales.
  • Modernización del sistema de vídeo digital.
  • Modernización de gestión digital de maquinaria escénica.

 

Plan de recuperación transformación y resilienciabandera europea con texto

 

 

Día internacional del voluntariado

Firma convenido fe y alegría Perú
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”

Este 5 de diciembre queremos agradecer a todo el alumnado, profesorado y familias de la  Comunidad Educativa de SAFA y Loyola que se comprometen desinteresadamente con las diversas causas que se impulsan desde los colegios.

En la Institución, entendemos el voluntariado como un proceso de encuentro del que se enriquecen tanto el individuo como el entorno en el que incide; nos permite tomar conciencia de las injusticias sociales y a posicionarnos a favor de las personas más vulnerables. 

El voluntariado nos ayuda a formarnos como personas 4C (Conscientes, Compasivas, competentes, Comprometidas), en la medida en que tomamos partido por los problemas de nuestro entorno, que buscamos ayudar a transformar la realidad para mejorarla y nos comprometemos con el cuidado de la naturaleza.

Sin duda, las acciones de voluntariado nos permiten construir una CIUDADANÍA GLOBAL, en la medida que fomentan una cultura de la solidaridad a nivel local y global, que impulsan procesos de transformación personal, comunitaria y social; que generan una posición frente a situaciones de exclusión, inequidad, pobreza y crisis ambiental y que invita a tomar una postura de denuncia y movilización frente a las injusticias que provocan las desigualdades.

Queremos subrayar y aplaudir la valiosa actitud de todas las personas que, sin esperar nada a cambio, dedican su tiempo a mejorar la realidad que les rodea, tanta gente que con sus gestos pequeños, cotidianos, van poco a poco generando esperanza que hace cambiar el mundo.

Gracias a muchos profesores y profesoras que se vinculan a alguna organización y  ofrecen su tiempo, porque ellos son ejemplo para su alumnado. Gracias a aquellos que se lanzan a cruzar “el charco” de la mano de ENTRECULTURAS, participando en lo que llamamos EXPERIENCIA SUR, y buscan ofrecer su tiempo de vacaciones para encontrarse con nuevas realidades.

Gracias a nuestros jóvenes alumnos y alumnas que forman parte de los grupos de Red Solidaria de Jóvenes de Entreculturas, que diseñan y llevan a cabo acciones como agentes de cambio para transformar su realidad local con una mirada global del mundo. Como los jóvenes de SAFA Jerez que que sueñan con un mundo más limpio y justo por eso  sensibilizan sobre ecología, se implican en la gestión de residuos, en huertos solidarios, en recogida de ropa ,aceite,... o los de SAFA Beaterio que recogen basura en el parque de la Coracha, y muchos otros que llevan a cabo sus pequeñas acciones.

Gracias a esos jóvenes de Bachillerato que este verano ofrecieron en los Campos de Málaga y Almería parte de sus vacaciones a colaborar en diversas obras sociales, y decidieron  compartir sus tiempo en comedores sociales, en escuelas de verano con niños y niñas... O como los jóvenes de SAFA Nuestra Señora de Los Reyes que en colaboración con SJM Claver acompañan a mujeres migrantes en su proceso de integración aportando recursos para su vida diaria: ofreciendo clases para la formación en plataformas digitales, marketing personal, elaboración de presentaciones, les explican y enseñan aplicaciones para el uso diario y redes sociales (Tussam, Google...) y organizan refuerzo y actividades de apoyo para los hijos de estas personas.

Gracias también a todos aquellos jóvenes universitarios que se hacen voluntarios y colaboran en nuestros colegios, encontrando en el contacto con nuestros centros espacios de crecimiento y enriquecimiento. Gracias porque con su tiempo ofrecido gratuitamente, nos permite construir una comunidad educativa más rica. 

Gracias de manera especial a nuestros abuelos hortelanos que participan en el proyecto de SAFA Patronato Vereda. 

Gracias también a todos aquellos padres y madres de familias, que ofrecen su tiempo y sus saberes en diferentes tareas del colegio.

Gracias porque son gestos que nos invitan a seguir, y a ser Gente Esperanzada.

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