Después de un curso tan especial como el pasado, seguimos avanzado en el ciclo de seis años (ver cuadro abajo) a través del cual trabajamos algunas claves de la espiritualidad ignaciana en nuestros colegios. Este curso nos vamos a centrar en las orientaciones que S. Ignacio nos propone al final de los Ejercicios Espirituales para Sentir con la Iglesia, para sentirnos Iglesia.
 
Fundamento Pastoral Formación Valores
 
 
 
 
 
“Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu” 1 Co 12, 13. Esta idea de comunidad, de comunión, que podemos leer en la primera carta a los Corintios es la clave fundamental que nos guiará en este curso. Todos, cada uno con unos dones y virtudes somos llamados a vivir con otros. La fe, además de ser una experiencia personal, tiene una dimensión comunitaria de la que no podemos desligarnos, tiene un carácter esencialmente eclesial. Hoy en día, la imagen de la Iglesia está cargada de estereotipos negativos. Queremos romper con esto, y acercarnos a la realidad de las personas que la formamos.
Esta vivencia de comunidad tiene un fundamento, una base que queremos destacar, es la experiencia pascual. Los primeros amigos de Jesús, vieron cómo dio la vida por todos y resucitó venciendo a la muerte. Esta experiencia, desemboca en la profunda transformación de los primeros discípulos en el día de Pentecostés. Pasar por esta vivencia de muerte-vida-envío les hizo consolidar su fe en torno a unos cimientos sólidos, la palabra y el ejemplo de Jesús como proyecto de vida.
 
Habitualmente nos encontramos en un contexto donde la superficialidad en las relaciones es predominante. Queremos visibilizar que el tipo de relaciones por las que apostamos dentro de la Iglesia tiene más que ver con la profundidad. Una profundidad que apunta a una manera de conectar con los demás basadas en el amor, en la libertad, en el respeto, en la confianza, en la alegría, en el perdón… en aquello que es esencial en la vida de las personas. Y, además, queremos poner en valor las relaciones que se producen en nuestras “Iglesias más locales”. Aquellas de las que participamos en nuestro día a día. Nuestro colegio como Iglesia, nuestra comunidad parroquial, nuestra familia. Os invitamos a descubrir estos “lugares”, en los que compartir la vida, en los que buscar espacios para la sanación, la reconciliación, en los que proyectarnos como grupo hacia un horizonte común. Esta visión más local de lo comunitario no pretende alejarse del saber que pertenecemos a una Iglesia universal, pero si quiere señalar la importancia de lo más cercano.
 
Otro aspecto que queremos trabajar de nuestra Iglesia es la misión. Estamos llamados a poner nuestros dones, nuestra vida, al servicio de los demás. Esta Iglesia a la que pertenecemos asume que vivimos en un mundo fracturado, pero ante esta situación se revela contra las injusticias pretendiendo hacer de este hogar un lugar mejor. Y, para ello, pensamos que la clave está en la transmisión de esperanza. GENTE ESPERANZADA, es nuestro lema. Nos gustaría que esta actitud vital sea lo que impregne todo lo que hagamos. El Papa Francisco nos hace una invitación clara: “Para nosotros los cristianos, el futuro tiene un nombre y ese nombre es esperanza. La esperanza es la virtud de un corazón que no se cierra en la oscuridad, no se detiene en el pasado, no vive en el presente, sino que sabe ver el mañana”. Pensamos que después de haber vivido un contexto de mucho sufrimiento, tenemos que recuperar la Buena Noticia del evangelio. Volver a traer a nuestro corazón y a nuestra mente que la muerte no tiene la última palabra, sino que es la Vida la que prevalece.
 
Antes de terminar te queremos lanzar una pregunta: ¿Qué imagen tienes de la Iglesia? Tómate unos segundos y responde... ¿Ya lo has hecho? ¿Te han salido imágenes que te acercan o alejan de ella? Ante esto, te queremos lanzar un reto: Atrévete a descubrir la Iglesia. Porque la Iglesia es algo más de lo que habitualmente vemos, conocemos u oímos. Podríamos decirte en qué Iglesia pensamos nosotros, pero preferimos que nos acompañes en este curso y puedas descubrirlo por ti mismo.
 
 

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